Las rotas biografías

Hay quienes tienen malos sueños por culpa de los arbitrarios, por lo que casi todo en el mundo puede entenderse como una sola pesadilla. Buscar un orden explicativo donde no lo hay es construir casas sobre el barro, es ver signos en cada lugar y hallar conspiraciones, es teorizar la literatura. La literatura o cualquier otra arte no puede ser reducida a concepto, mucho menos a regla, por lo que no podemos desprender de ella ninguna generalidad, y por ende no puede teorizarse. Hacerlo es o decir obviedades o explicar un chiste que termina por convertirse en un malo. Aunque evito siempre esa necesidad de darle orden a lo que no lo tiene, también me persiguen las pesadillas de lo arbitrario. He querido minimizarlas dándole un hilo unificador, la idea “Biografías rotas”, pero el saco es tan grande, el supuesto hilo puede serlo de cualquier cosa, que es todavía más caótico y falso. Hablar de biografía es un abstracto al que solo parte de lo dicho le corresponde. Decir “Biografías rotas” o es una redundancia o un pleonasmo. ¿Existe alguna que no lo sea, ya sea como idea o como experiencia vital? Creo que no. Tuvo sentido en un momento, por que desfilan por aquí un conjunto de personajes rotos en su experiencia vital. No he querido dar homenajes, tiempo atrás me disuadió de semejante idea. Entonces, después de todo, queda como siempre lo quebrado y fragmentario, lo no cocido, la experiencia de las vidas partidas que casi terminan por ser un mal arquetipo: Rotas biografías.